Desde hace más de 30 años, Arctic Trucks ha estado llevando los límites del todoterreno al siguiente nivel. Fundada en 1990 como una división especial de Toyota Islandia, la compañía se ha establecido como un referente global en la preparación de vehículos 4×4 de expedición. Su proyecto más reciente, basado en el Toyota Land Cruiser, es testimonio de esta afirmación.
Conocido como AT37, este Land Cruiser representa una transformación significativa: se trata de una mutación técnica real diseñada para convertir un SUV ya robusto en una herramienta capaz de conquistar los entornos más inhóspitos. Ningún terreno, ya sea nieve, arena, rocas o tundra helada, puede detenerlo.
Neumáticos de 37 pulgadas para terrenos implacables #
La modificación más destacable (y formidable) de esta versión AT37 se encuentra en su equipamiento neumático. El vehículo está dotado de neumáticos de 37 pulgadas del tipo BF Goodrich T/A K03 o Mud Terrain KM3, montados sobre llantas forjadas de 17 pulgadas. Este tamaño imponente exige un ensanchamiento de las aletas, un aumento de la anchura de las vías y un reacomodamiento del eje trasero.
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Sin embargo, Arctic Trucks no se detuvo ahí. El AT37 cuenta con un nuevo sistema de suspensión desarrollado junto a Öhlins, diseñado para optimizar los ángulos de ataque, de salida y la altura del suelo. El resultado es una capacidad de ascenso multiplicada sin perjudicar la comodidad ni la estabilidad a alta velocidad.
Un diseño robusto: entre sobriedad y eficiencia #
En términos estéticos, el AT37 se mantiene fiel a la elegancia funcional del Land Cruiser. Sin recargas visuales, pero con agregados útiles y necesarios: ensanchadores de aletas robustos, escalones reforzados y detalles cuidados que evocan más una expedición científica que un tuning ostentoso.
Cada ajuste se hace con la intención de mejorar el acceso, la protección o la resistencia. Aquí se aplica la lógica del «la forma sigue a la función»: cada detalle está presente por necesidad, no por vanidad.
Un 4×4 que sigue fiel a la leyenda de Toyota #
A pesar de estas transformaciones, el alma del Land Cruiser se mantiene intacta. El modelo AT37 conserva las virtudes que han construido su reputación: fiabilidad inigualable, endurance mecánica y comodidad en distancias largas. Esta combinación de robustez y mesura es lo que hace a este vehículo tan fascinante: una herramienta extrema, pero racional.
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El Toyota Land Cruiser AT37 no es un prototipo ni un vehículo de exhibición. Se trata de un vehículo listo para enfrentar las peores condiciones, diseñado por ingenieros que viven en estos entornos extremos. Una máquina creada para explorar donde otros se detienen.
